jueves, 14 de abril de 2016


¿Qué es la imaginación?
La imaginación es un proceso psicológico superior que permite al individuo manipular información generada intrínsecamente con el fin de crear una representación percibida por los sentidos de la mente. Esta representación (intrínsecamente generada) significa que la información se ha formado dentro del organismo en ausencia de estímulos del ambiente. En lo que respecta a sentidos de la mente, son los mecanismos que permiten ver un objeto que se había visualizado previamente pero que ya no se encuentra presente en el ambiente. Cabe aclarar que cuando se imagina no se reduce solo al sentido de la visión, sino también a otras áreas sensoriales.

En el sentido anterior la imaginación tiene semejanza con el proceso de percibir. No obstante, la primera no se limita a la segunda. La imaginación es un proceso más abstracto, esto es, que no necesita de un objeto presente en la realidad (en ese instante), ella se sirve de la memoria para manipular la información y relacionarla de formas que no dependen del estado actual del organismo. Es decir, la imaginación toma elementos antes percibidos y experimentados, y los transforma en nuevos estímulos y realidades.

¿Cómo trabaja la imaginación de un niño pequeño?

Como el niño  está aprendiendo a hablar, puede ser difícil saber lo que está pensando, pero se puede  ver cómo trabaja su imaginación cuando imita las cosas a su alrededor, un comportamiento que inicia entre los 18 y 20 meses aproximadamente.  De esa forma empezará a imitar lo que hacen las otras personas, y querrá alimentar a su muñeco de peluche, o ponerlo a hacer la siesta.
Por ejemplo:
Cómo la imaginación del niño o la niña ayuda a fortalecer sus habilidades. Una imaginación activa ayuda a tu hijo mucho más de lo que podrías imaginar.
-Comunicación: Los niños que juegan con la imaginación o escuchan muchos cuentos de hadas o historias tienen a tener mejores habilidades de comunicación. Puede que no vea los frutos de esas actividades hasta que el vocabulario de los niños empiece a manifestarse, pero está sentando las bases.
-Auto-control: Al pretender que es otra persona, el niño o la niña  puede ser quien quiera, explorar emociones negativas, practicar cosas que ha aprendido, y hacer que las situaciones se desarrollen como él quiere. Jugar a historias le da a tu hijo el sentido de que tiene poder y control, incluso en situaciones que podrían dar miedo como el cuento de los tres cerditos y el lobo.

-Resolver problemas: Soñar con situaciones imaginarias enseña a tu hijo a pensar creativa-mente lo que es una base para solucionar problemas. Un estudio en la Universidad de Case Western Reserve encontró que los niños que jugaban mucho con la imaginación tenían mejor respuesta de mayores a problemas.

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